Capitulo 5
La casa de Hakim era bastante bonita y su hermana era muy simpática, me había llevado de compras al bazar, me enseño unas plantas que evitaban que te salieran granos y unas hierbas que daban vitaminas al pelo, me compro un vestido precioso y una cinta del pelo estilo étnico, ¡estaba deseando probármelo! Mientras compraba casi se me olvida el porque habíamos venido, teníamos que llevarnos a Hakim y aun no sabíamos como. Después de la sesión de compras volvimos a su casa donde Sean estaba jugando un partido de baloncesto con Hakim y sus sobrinos, me uní a ellos, era la peor jugadora del equipo, pero no se metían conmigo de eso ni nada, era la primera vez que no me sentía mal practicando un deporte, hasta metí una canasta.
Al día siguiente teníamos un pedazo desayuno, Jaspe dijo:
– este desayuno es en honor de Hakim, Jacob (su hijo) Sean y Jessica – sonrío, el desayuno incluía tortitas, pancakes, beicon, chocolate caliente, y no faltaba la nocilla. El hermano de Jacob, Martin estaba enfadado, yo le pregunte porque y me respondió
– ¡este desayuno es en honor de todos menos de mi! ¡no es justo! ¡mama es mala!
Le sonreí, el pobre se sentía excluido
– ¿pero que dices? ¡Eres el más especial de la casa! Como no es especial este día para ti ya tienes algo que celebrar – seguramente no lo entendió, pero yo tampoco sabia exactamente que había dicho, pero creo que le sentó bien, bueno tampoco era muy difícil convencer a un niño de 8 años si el sale ganando.
Después de desayunar se lo contaríamos todo a Hakim, eso decidimos ayer Sean y yo.
Cuando encontramos un buen momento para hablar con el llevamos a Hakim a detrás de la casa, empecé yo:
– oye Hakim, tenemos que decirte algo, sabemos algo sobre lo que le paso a tus padres
Hakim perdió su sonrisa casi al instante, sus ojos se ensombrecieron
– ¿como sabéis eso? ¿quienes sois?
Esta vez fue Sean quien hablo
– a los nuestros les paso lo mismo, paso por que puedes hacer cosas Hakim, cosas que ola mayoria no puede
– ¿a que te refieres con que otros no pueden?
– Hakim tienes poderes, tu, Sean y yo somos unos magos
– oye mira, esta broma no tiene ninguna gracia, no se que pretendéis pero no tiene gracia – Hakim se estaba poniendo nervioso.
Intente calmarlo
– se que es difícil de creer, a mi me costo mucho al principio, pero...
oí un ruido seco a mi espalda un trozo del tejado de la casa se desplomo, me aparte a tiempo, mire hacia arriba, en lo alto había dos sombras, me fije mejor eran un hombre y una mujer, lo primero que llamaba la atención de ellos es que eran hermosos, pero una belleza que no se decirla, se lanzaron hacia donde estábamos nosotros, como flotando en el aire y aterrizaron sobre los escombros.
La chica saco un móvil
– objetivos encontrados: dos chicos y una chica, ¿proseguimos? – esbozo una sonrisa – bien señor, mañana mismo estarán ahí.
Colgo, le hizo un asentimiento al chico que estaba a su lado, el hablo
– Encantado, me llamo Zabel y esta es Sazame, os pedimos por favor que vengáis con nosotros – hizo una pausa y como vio que ninguno de nosotros hizo ademán de moverse prosiguió – si no lo hacéis por las buenas nosotros tendréis que hacerlo por las malas.
No se si de verdad esperaba que le hiciéramos caso o es como en las películas que aunque nadie lo haga nunca siempre se pregunta. El chico esbozo una sonrisa de suficiencia, ya me estaban hartando de tanta sonrisita. Saltaron del tejado, me quede flipada, 8 metros saltados como si nada y Hakim estaba peor que yo, yo ya había visto un poco de magia pero el se estaba enterando ahora.
La chica me miro a los ojos, tenia algo muy familiar, algo que me asusto; tanto que casi salgo corriendo de ahí. Ella nos volvió a soltar la típica frase – tenéis una ultima oportunidad de venir con nosotros – y previsiblemente no nos movimos – vosotros lo habéis querido. Apunto su mano hacia mi y de la palma de su mano salio un rayo de fuego, Sean me tiro a un lado poniéndose el donde yo había estado y extendió la palma de su mano, al instante salio un escudo y repelió el fuego, Hakim ahora si que estaba flipando y yo flipaba de eso y de que le hubiera dado tiempo de “convocar” ese escudo, el y Sazame y Zabel estaban luchando contra Sean, en evidente desventaja, los dos primeros eran muy rápidos y Sean no tanto. Yo quería ayudar, pero no sabia que tenia que hacer, estaba asustada, de repente oí algo dentro de mi cabeza:
– solo tienes que olvidar tus problemas y lo lograras – ¿olvidar mis problemas? ¿justo ahora? Casi le pregunto a la voz de mi cabeza, pero en ese momento Sean cayo al suelo y pensé: por lo menos había que intentarlo. Conseguí olvidar la pelea, incluso que se suponía que tenia que salvar al mundo, pero no lograba olvidar los años de sufrimiento y soledad que había pasado en el colegio, pensé que era una tontería comparado con lo que estaba pasando a dos pasos de mi, pero no lo era, de pronto me acorde del día de ayer y me acorde de lo feliz que había sido, conseguí olvidarme de mis problemas y en ese momento me embriago una felicidad que hace mucho tiempo había olvidado, abrí los ojos y apunte mi brazo a Sazame, ocupada en repeler los ataques de Sean y un rayo salio de mi mano tan fácilmente como muevo una mano o un pie, algo tan natural como eso fue.
Con mi ayuda la pelea se equilibro un poco, al poco tiempo parecía que la voz misteriosa también había llegado a Hakim ya que también se puso a lanzarles rayos. De pronto Sazame recibió una llamada, hizo una seña a Zabel que se giro y nos dijo:
– volveremos a vernos
Y desaparecieron tan rápido como habían llegado.
Estaba agotada apenas podía respirar, pero Hakim no paraba de hacer preguntas y Sean le dijo lo que yo ya sabia, pero Hakim pregunto algo también sobre lo que acababa de pasar:
– y esos dos ¿quien son?
Me acerque, eso también me interesaba a mi, Sean nos comenzó a explicar:
– son Almas Oscuras... nuestras almas oscuras
– no comprendo – estaba extrañada – ¿que tienen que ver esas cosas con nosotros?
– Las Almas Oscuras, todos los humanos tienen una, es quien alimenta sus miedos, destruye sus ilusiones, se alimenta de nuestras debilidades, nos hace sufrir, nos convierte en perversos ... en resumen: es por lo que la gente es malvada y hace sufrir a los demás, pero los de la gente normal no salen de su mente, pero como nosotros, ellos son más poderosos que los normales y logran salir, aunque siguen dentro al mismo tiempo, están ligados irremisiblemente a nosotros, nos necesitan para existir, Sazame son tus miedos y Zabel los mios.
– pero Sazame tiene pinta de modelo, no de monstruo horrible
– también se representa como el aspecto que querríamos tener – Sean me miro, pero yo agache la cabeza, es cierto que el aspecto que me gustaría tener se parecía mucho a Sazame
– Pero ¿y el mio? – Hakim había recuperado su sonrisa, aunque no se si había motivos para sonreír – ¿yo también tengo o es exclusivo de vosotros dos?
Sean sonrío, Hakim era contagioso, pero al instante recupero la seriedad
– no creo que solo tu tengas uno Hakim, más bien creo que cada uno de los 12 tiene uno y debemos encontrarlos antes de que lo hagan ellos – Sean miro a Hakim – ¿nos ayudaras?
Hakim sonrío y nos tendió una mano a cada uno
– contad con ello